Posible "fin del mundo"

Multimillonario proyecto de investigación ”Large Hold Collider” (LHC) suma detractores.

Científicos anuncian riesgo de “fin del mundo tal y como lo conocemos”

El proyecto de investigación multinacional “Large Hold Collider” (LHC) comienza marcha blanca el día de mañana, realizando los primeros choques de protones; aunque adquirirá su máxima potencia en los próximos meses. Mientras tanto un grupo de científicos presentó una denuncia en tribunal de Hawai, por el delito de “genocidio a escala global” agregando que existiría riesgo de que “la tierra sea tragada por un agujero negro”.

Cristian Reyes Herrera

No es ciencia ficción, ni el último estreno del capitalistoide cine hollywoodense. Se trata de la vida real, “el mundo completo tragado por un agujero negro” y podría suceder mañana, cuando comiencen las primeras colisiones de protones (partículas sub-atómicas) a 300.000 kilómetros por segundo en el “Large Hold Collider” (LHC), un gigantesco acelerador de partículas ubicado en Ginebra, Suiza; cuya construcción costó la astronómica cifra de 5.000 millones de euros financiados por los países miembros de la Unión Europea y Estados Unidos.

El objetivo inicial del LHC es recrear las condiciones que dieron origen a la creación de nuevas partículas, “big-bang 2.0”. Para ello construyeron a 100 metros bajo tierra en la frontera de Suiza con Francia, el acelerador de partículas más grande del mundo, con una red de túneles de alrededor de 27 kilómetros. En su interior hay tuberías con helio líquido a una temperatura de -236° Celsius, todo con el fin de poder realizar nuevos tipos de experimentos.

Experimentos nunca antes realizados

A lo largo del túnel cilíndrico, las partículas (protones) serán guiadas en el vacío por los 27 kilómetros formados por más de 1.800 imanes enfriados, de unas 30 toneladas cada uno. Cada uno de estos magnetos se enfrían para hacerlos superconductores. Hay cuatro sitios durante este recorrido diseñados para que las partículas se estrellen unas contra otras casi a la velocidad de la luz, aproximadamente a 300.000 kilómetros por segundo. La idea –según los científicos- es ver qué otras cosas surgen de este choque.

Se espera que las violentas colisiones entre partículas generen estallidos de energía y les permita ver cómo la materia se desintegra en partes muchísimo más pequeñas, lo que permitirá estudiar los contribuyentes elementales de la materia. Los científicos piensan observar la invisible ''materia oscura'' y ''energía oscura'' que constituye más del 96 por ciento del universo, y esperan poder observar también el elusivo bosón Higgs, una partícula que sólo existe en la teoría y que se supone le de su masa a la materia

Los científicos creen además que tras cada explosión se producirán partículas subatómicas nunca antes vistas

El posible “fín del mundo”

Sin embargo no todos los científicos tienen una visión optimista respecto al LHC. Dos científicos, el estadounidense Walter Wagner y el español Luis Sancho, han denunciado al Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), que gestiona el LHC, al Gobierno de Estados Unidos (que también financia el proyecto) y a dos instituciones más que lo apoyan. Su teoría expone dos riesgos fundamentales: cuando el LHC entre en funcionamiento podría crear un agujero negro que literalmente se tragara al planeta o podría originar una "materia extraña" que convertiría la tierra en una estrella de neutrones sin vida tal y como la conocemos. Según Wagner y Sancho, la combinación de ambos peligros genera una probabilidad del 75% de que el LHC acabe con la Tierra. En palabras de Sancho a la revista española ADN, "el CERN quiere que juguemos a la ruleta rusa con dos balas".

Ante lo que consideran “un grave riesgo de genocidio para la humanidad”, ambos científicos recurrieron a un tribunal de Hawai para intentar detener los experimentos, que comenzarán a calentar motores el día de mañana cuando tengan lugar las primeras colisiones de protones, aunque el laboratorio adquirirá su máxima potencia de funcionamiento en los próximos meses.

Defensores del proyecto

Físicos vinculados al proyecto han desechado la teoría del fín del mundo, asegurando que la posibilidad de que un acelerador produzca una catástrofe global es una en 50 millones. Escasa, sin duda, pero la misma que sacarse una lotería. Y quién puede negar que tal vez saquemos el boleto “premiado”.

El equipo de seguridad del LHC por su parte ha asegurado a medios de prensa que las especulaciones sobre este tema se refieren a cierto tipo de partículas producidas por pares de protones que se estrellan, y que tienen la energía aproximada de un mosquito en vuelo. Los agujeros negros microscópicos son mucho más pesados que cualquier cosa que el LHC pudiera producir. Pero aun si fuera posible que se crearan dichos agujeros negros diminutos dentro del LHC, todas las teorías dicen que se desintegrarían sin poder causar efectos macroscópicos. Es decir, es muy improbable que engullan nuestro planeta.

El debate sigue

La seguridad del LHC se ha estado discutiendo desde hace años, si bien en la comunidad científica la opinión de Wagner y Sancho son minoritarias; diversos grupos han presentado su rechazo al proyecto, especialmente por la gigantesca cantidad de dinero que podría ser gastado en cosas menos peligrosas y más beneficiosas para la humanidad. También se han sumado cuestionamientos religiosos.

El debate al respecto continua en la comunidad científica, y también en la sociedad, que ve aparecer una nueva amenaza de fin del mundo. Mientras tanto, en estos instantes, los científicos y técnicos afinan los últimos detalles para poner a funcionar el controvertido y multimillonario proyecto. Todas las anteriores amenazas de catástrofe han terminado ser falsas y el universo sigue en pie. ¿Pero será el LHC finalmente la caja de pandora que haga realidad las más desbocadas presunciones y lo más difusos temores de la humanidad? ¿están jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta? ¿O es al menos, un derroche innecesario de dinero que podría utilizarse con mejores fines? El mundo tiene la palabra.

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Esquema del “Large Hold Collider”, mostrando sus diferentes estaciones de monitoreo y su extensión.

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¿Quién escribe?

Cristian Reyes Herrera

Estudiante de Periodismo UCN, editor general de UCN Online, Periodista del periódico "La Alternativa", bajista de medio tiempo de "Postinor".

"Muchas veces pensamos cosas y luego se olvidan, esfumándose sin pena ni gloria y entonces decimos: 'maldición, debí escribirlo'. De eso se trata este espacio, ser el lugar en donde escribirlo. Sacarle provecho a estas nuevas 'sucias' heramientas de manipulación mental del sistema para mostrar también la otra realidad, aquella que no se condice con el 'gran' desarrollo económico que supone el neoliberalismo"

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